El sorteo de la Copa Mundial de la FIFA 2026, celebrado en Washington D.C., no solo definió el punto de partida para las 48 selecciones que disputarán el torneo deportivo más grande de la historia, sino que además trazó un nuevo camino en el mundial. En el Kennedy Center, con la presencia de leyendas del deporte, se desarrolló la ceremonia. La expectativa estaba a punto de ebullición: por primera vez, el Mundial se expande a un formato que promete más equipos y más fútbol, pero ¿Es realmente así?
La presencia de tres anfitriones, dígase Estados Unidos, México y Canadá, añadió un elemento especial. Cada país vive un momento futbolístico y político distinto, pero los tres comparten un objetivo común: aprovechar la localía. El sorteo, sin embargo, fue desigual con ellos. Mientras México parece haber quedado en un sector manejable, los otros tendrán que superar rivales de mayor jerarquía para avanzar.
Entre los temas más comentados sobre la ceremonia fue la aplicación del nuevo formato, el cual obligó a replantear la lógica tradicional del sorteo. Las selecciones mejor posicionadas en el ranking fueron distribuidas estratégicamente para evitar enfrentamientos directos antes de semifinales, una decisión que generó debate, pues, fomenta partidos más “aburridos”. Para algunos, la medida incrementa el espectáculo al asegurar potenciales choques de equipos tradicionalmente grandes en las rondas finales; para otros, resta espontaneidad al torneo.
En medio de esta discusión, potencias europeas como Francia, Inglaterra y España cayeron en sectores donde el reto será mantener la jerarquía frente a selecciones con propuestas tácticas muy distintas. Francia, por ejemplo, deberá combinar su talento individual con un alto grado de concentración ante rivales físicamente intensos como Senegal y a una de las revelaciones del evento como es Noruega. Inglaterra se enfrenta a una de las selecciones más ganadoras de los últimos años como es Croacia. España, por su parte, una de las principales favoritas y campeona de la más reciente Eurocopa encontró un camino relativamente fácil, siendo su principal amenaza Uruguay, el cual atraviesa un pésimo momento deportivo bajando hasta el lugar 16 del ranking FIFA.
En el caso de Sudamérica, Argentina y Brasil quedaron separados en sectores que, aunque no parecen los más exigentes a primera vista, incluyen equipos capaces de complicar a cualquiera gracias a su solidez defensiva y su intensidad física como es el caso de Marruecos.
Para ambas potencias, más allá del talento, será crucial evitar relajaciones y asegurar un liderazgo claro desde el primer momento. En conjunto, los grupos donde se ubican las selecciones favoritas presentan un escenario en el que aparentemente la potencia individual será suficiente.
En cuanto a los famosos grupos de la muerte, podríamos decir que el Grupo I, ya que reúne selecciones con estilos muy contrastantes, pero con niveles de competitividad similares. Equipos con tradición mundialista, combinados con otros que atraviesan una buena racha, generan un escenario donde cualquier punto es vital. No hay rivales fáciles, cada enfrentamiento exige una lectura táctica precisa, lo que convierte la clasificación en un reto de alta tensión.
En el caso del Grupo L, el término se justifica por la presencia simultánea de una potencia histórica, una selección madura con fuerte proyección y dos conjuntos impredecibles, capaz de incomodar a cualquiera. La presencia de Inglaterra y Croacia podría ser fácilmente el encuentro más esperado de la fase de grupos, sin embargo, Ghana y Paraguay pueden resultar en oponentes incómodos. Aquí, incluso un favorito puede quedar rápidamente comprometido, pues los márgenes de error son prácticamente inexistentes.
Uno de los puntos de mayor interés estará en la gestión física del torneo. Más partidos significa más cansancio y mayores desplazamientos, los cuales, ligados a un calendario más exigente dictan que el sorteo no solo definió rivales, sino también rutas logísticas. Esto podría influir más de lo que parece en el rendimiento general de varios equipos.
Los debutantes y las selecciones menos habituales en el torneo tendrán gracias a este nuevo formato podrán mostrar su crecimiento. Gracias a los nuevos cupos la americana Curazao podrá participar por primera vez en su historia, así como Uzbekistán, Jordania y Cabo Verde, otras selecciones podrían sumarse a los debutantes luego de finalizado el repechaje.
Si algo sucede en los Mundiales es que siempre aparece una sorpresa: una selección que rompe la lógica y se adentra más lejos de lo esperado. Este Mundial parece diseñado para que esa sorpresa sea más posible que nunca.
Finalizado el sorteo comienza otra fase crucial: la preparación. Ya se estudian y reconfiguran planes, análisis de rivales, y ya todas las miradas apuntan a un verano de 2026 que promete ser histórico. El sorteo solo fue el primer capítulo, pero bastó para confirmar que el Mundial será algo nunca antes visto.

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